Si fuésemos comunistas...
El comunismo se basa en la
adquisición del poder por cualquier vía, especialmente la armada. Una vez los
soldados de la libertad han conquistado el poder, se empieza a llevar a cabo la
revolución socialista, donde la igualdad imperará sobre todos. ¿Qué sucede
básicamente? Hay unos ricos quienes son los dueños de la tierra e imposibilitan
que el cambio pueda llevarse a cabo, por lo que hay que expropiarles, para así
poder repartir las parcelas de tierra en términos iguales a cada uno de los
miembros del país.
Pero ¿Quién decide cuántas
parcelas serán para uno? Obviamente, el Partido Comunista. ¿Quién dentro del
Partido? Pues una comisión escogida a voto por el Politburó, que será la
encargada de llevar a cabo la reforma agraria; el mismo procedimiento se hará
para las demás reformas.
Entonces, ¿Quién escoge al Politburó? El pueblo. Ahora, en las elecciones al
Politburó sólo hubo un partido dentro de los comicios. ¿Alguien supo algo sobre
los candidatos en las elecciones? Pregunto esto porque no vi propaganda alguna. Considero que esto separa enormemente al
pueblo de los políticos electos ya que dentro de la lista de 40
personas, la gente apenas conoce al camarada que dirige la revolución y unos cuatro
cabecillas más, pero de resto no tiene idea sobre el currículum de los candidatos,
por lo tanto la representación está de alguna forma viciada. Esto hay mejorarlo
pero mejor me lo callo porque puedo caer en apostasía.
Luego, sobre la repartición de
las casas. Quien tiene más de dos casas, tiene que donarlas a los pobres, a los
que no tienen casas dignas. ¿Quién distribuirá las casas? El Partido Comunista las
asignará a los pobres o las transformará en oficinas para la organización gobernante.
La industria que está ahora en manos del pueblo o mejor dicho, de la
Nomenklatura, debe empezar a producir para explotar los productos primarios, y
así, poder transformarlos para poder dar en igualdad a cada uno de los
habitantes de ese país. Pero qué pasa si los técnicos y expertos han huido del
país y los pocos que quedan se niegan a trabajar por sueldos bajos y reducción
de calidad de vida. La respuesta es sin duda, llevarlos a prisión y con el
miedo poner a trabajar a los demás, pero si el número no es suficiente, hay que
traer expertos foráneos a los cuales hay que pagar bien, es decir, con dólares.
Estos técnicos foráneos que viven en el país, ya no son iguales a los demás,
por lo que comienza la desigualdad. No
obstante, este es un sacrificio que hace el socialismo para lograr la igualdad
de la mayoría, por lo que se reconoce entonces que hay una minoría de
beneficiados en la cual está obviamente la Nomenklatura. Esta es baja en
número, pero tiene superioridad frente a los demás, ya que son los arquitectos
de la nueva nación socialista y por lo tanto deben tener privilegios que los de
abajo no poseen.
Si a todos hay que repartir por
igual, que pasa con la ambición de las personas, ¿Desaparece? Pues esto es lo
que quiere lograr la nueva escuela socialista, acabar con la ambición del
hombre viejo, hacer todos iguales en la manera de pensar, racionar y vivir. Un
solo idioma es impuesto, el idioma del socialismo, todo tipo de dialecto u otra
lengua es prohibida. Esto es algo utópico porque en la calle, la gente en sus
susurros, lo hace en lengua propia, es más, se crean nuevas palabras que buscan
evitar que las autoridades las censuren, así por ejemplo, cuando se dice tengo
sed en realidad significa, estoy harto de este régimen.
El mercado negro está prohibido,
pero es el mercado más democrático, porque todos participan en él, en secreto.
De hecho, el comunismo es una fábrica de pequeñas mafias y grupos de crimen
organizado, los cuáles son de conocimiento por parte de la Policía Secreta,
pero ésta los deja andar, primero porque dan oxígeno a una economía inviable,
segundo, porque se les puede chantajear con ponerlos presos, así los criminales
pagan la cuota para poder mantenerse en el negocio y la policía se asegura un
segundo sueldo que les mejora la vida. Tercero, porque sabiendo quienes son, se
tiene la inteligencia de quien es quien. Sin embargo, ya no nos llamamos comunistas.
Eso suena feo. Este fue un intento de realizar el socialismo por parte de los
rusos, el cual fracasó, pero ahora nos llamamos socialistas o tercera vía y así
crearemos el socialismo con la misma receta que nos enseñó Marta Harnecker. Si
le cambias la etiqueta, es otro producto ¿No?
Nuestros hijos morirán por servir
a la patria, por ello todos quieren trabajar en la Policía Política (PS), la
cual es el escudo de la nación frente a la agresión de los demás países que
quieren destruir este paraíso, donde no tenemos complejos, somos libres, por
eso podemos ir a la playa desnudos sin sentir morbo o vergüenza de mostrar
nuestro cuerpo, tal como la naturaleza nos trajo a este mundo. No estamos
enviciados por esa droga llamada religión, no obstante, nuestra tasa de
suicidio es de las más altas del mundo, quizá sólo nos gana Finlandia. Trabajar
en la PS garantiza un seguro médico, una atención en los mejores hospitales de
la nación, una pensión de retiro, una impunidad en caso de violar los Derechos
Humanos, así como un uniforme que da autoridad y frente al cual las chicas nos
ven con miradas lascivas.
Hablaremos pestes de Israel y apoyaremos
la causa palestina, aunque todo nuestro software es de origen hebreo porque el
ruso está obsoleto. Siempre intentamos contratar ingenieros israelíes para que
nos solucionen el problema del agua, la cual no es suficiente para la
agricultura y por lo cual muchas cosechas se pierden. A veces hay que
intercambiar petróleo, oro, hierro por comida, así nos garantizamos que la
población se mantenga estable y no pase hambre, aunque esto signifique bajar
los sueldos porque no hay dinero y ya se sabe que imprimir más dinero empeora
la situación.
En nuestro país ya no se celebra
más la navidad, la cual busca enajenar a la población, con su típico consumismo
exacerbado. Celebramos el mes de la liberación, en julio, único mes donde el
estado da pequeños juguetes de madera a los niños, donde se puede poner los
árboles canadienses en la sala, donde se hacen tartas y dulces para conmemorar
este jubileo. En diciembre quien celebra la navidad es castigado con un mes de
trabajo forzado ya que incita a la superstición y a creer en consuelos que no
existen.
En fin, el único consuelo es
pensar que nada es perfecto y que todas las naciones tienen problemas. El
nuestro, es sólo un problema de administración de un país, pero esto es algo
pequeño frente a los desafíos que enfrentan las naciones capitalistas, donde el
robo, el racismo y la desigualdad explotan a los individuos día a día. Aquí el
racismo fue exterminado. Se aculturizó en la escuela a todos los individuos. A
los párvulos se les enseña que el Partido es el órgano de liberación, que la
ideología es la religión y se les
imparte los conocimientos en un idioma que aniquila las diferencias y
nos hace parte a todos de esta gran nación socialista.
Un día desperté y vi que muchas
personas, millones querían irse de nuestro país, y pensé ¡Qué ingratos! El
estado gastó mucho dinero en su educación, les dio de comer y ellos quieren
huir de esa manera ¡Qué pusilánimes! No obstante, aquellos que escapan, se dan
cuenta que sus títulos no valen nada en los países que emigran, pasando así a
engrosar la lista de los pobres en las naciones que los acogen. Aún así, comen
mejor y viven mejor que en la nación grande, la patria de la libertad. A veces
me pregunto, qué pasaría si todos fuésemos comunistas….
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